lunes, 31 de mayo de 2010

De Gradientes, Membranas y Fronteras.








Por: Edwin Francisco Herrera Paz

La vida es maravillosa. Las maneras en las que las especies utilizan la energía de los alimentos para realizar trabajo son ingeniosas y simples. Cada pequeño aparato molecular es una obra de arte e ingeniería digna de imitar. De hecho, hay un campo del conocimiento llamado ingeniería reversa que pretende extraer los principios funcionales de las maquinarias vivas para ser utilizados en la construcción de los más diversos dispositivos. En este artículo voy a hablar un poco de la forma en la que los organismos vivos producen movimiento por medio de barreras físicas y gradientes, y luego intentaré hacer un parangón con los fenómenos migratorios en las sociedades, y de manera particular, con el fenómeno migratorio de Sur a Norte que se observa en América.


Función biológica generada por gradientes

La célula es considerada como la unidad básica de la vida. Los organismos complejos presentan una gran diversidad de tipos celulares que realizan las más diversas funciones. Dentro de esa diversidad se encuentran aquellas capaces de llevar información hasta lugares distantes del organismo, y las que tienen capacidad contráctil que permiten la locomoción y otros movimientos. Dichas células utilizan parte de la energía de los alimentos para generar energía potencial, que luego será utilizada en la función. ¿Cómo lo hace? Utilizando gradientes.

Para su función, los organismos utilizan diversos tipos de gradientes, como los de concentración de una substancia, los gradientes de presión y los gradientes de carga eléctrica que generan un potencial eléctrico. Un gradiente se puede generar a ambos lados de una barrera física, que en el caso de los seres vivos son membranas biológicas. En el caso de las neuronas y las células musculares, cada célula utiliza un pequeño motor, una bomba que extrae algunos iones fuera de la célula e introduce otros, actuando en contra del gradiente. El resultado del funcionamiento de esta bomba (que en realidad son pequeños motores moleculares anclados en la membrana) llamada “bomba de sodio-potasio ATPasa”, es un fuerte gradiente eléctrico entre el interior de la célula –cargado negativamente- y el exterior –de carga positiva-.


Pero para mantener el gradiente es necesaria la existencia de una barrera que impida el paso de los iones de regreso hacia el interior o el exterior, que en la célula se denomina “membrana celular”. Esta membrana es semipermeable, es decir, permite el paso de ciertas substancias pero impide el de otras. El voltaje generado por el gradiente iónico es llamado por los fisiólogos “potencial de membrana en reposo”, y sobra decir que es inestable y necesita de una gran cantidad de energía proveniente de los alimentos para mantenerse.

Ante el estímulo adecuado, esta energía potencial es liberada y se convierte en energía eléctrica. El sitio de la membrana de la neurona que es estimulado sufre una explosiva inversión de su potencial. La membrana entonces no puede parar la entrada del exceso de cargas positivas, y el potencial se invierte. Esta inversión de las cargas eléctricas se propaga desde el punto de origen hacia el resto de la célula, de la misma manera que se propaga la chispa en una mecha encendida. El resultado neto es una señal que viaja del punto A hacia el punto B.

Los muros y las segregaciones son las “membranas biológicas” de las sociedades

De la misma manera que una membrana biológica actúa en los organismos vivos como contención para la creación de un gradiente que genere energía potencial, las barreras físicas o sociales actúan generando gradientes que determinan un estado inestable de enorme energía potencial. Las barreras están constituidas por las fronteras entre países, por la división de clases entre o dentro de los territorios, o por cualquier factor que determine diferencias en la calidad de vida de las personas. La permeabilidad de las barreras impide la formación de un gradiente, en la mayor parte de los casos. Ejemplos de permeabilidad son, las sociedades en las que los individuos pueden pasar con un poco de esfuerzo de una clase social a otra, o países con diferentes estándares de vida entre los cuales los ciudadanos pueden transitar libremente.

¿Qué pasa entonces cuando alteramos dicha permeabilidad? ¿Qué pasa cuando erigimos una gran barrera física entre países con diferente calidad de vida? ¿O una barrera legal y económica entre clases sociales? El resultado es una configuración inestable que tarde o temprano se derrumbará explosivamente. Al igual que las barreras biológicas, las barreras en las sociedades (sean estas de naturaleza física o virtual) originan un gradiente que aumentará con el tiempo, pero mientras que el tiempo de formación del gradiente es lento (acumulación de desigualdad), la liberación de la energía impuesta por las diferencias a ambos lados de la barrera ocurre en un período breve, en forma de revolución, sublevación o movimientos sociales que en muchos casos son de una violencia tal que cambian para siempre el panorama social, económico y político del mundo. 
Esto fue lo que ocurrió en las grandes revoluciones, como la bolchevique en Rusia, la Revolución Francesa, o la guerra de Secesión en los Estados Unidos. Y eso fue lo que ocurrió en el derrumbamiento del muro de Berlín


Particularmente, es de interés para los latinoamericanos el caso de los Estados Unidos, país en el que muchos políticos, lejos de aprender de las lecciones que nos dan la biología y la historia, perseveran obstinadamente en la creación de gradientes sociales inestables. Nuestro hermano del norte está trabajando en la creación de medidas que aumentan el gradiente (alta calidad de vida en el norte, baja calidad de vida en el sur) en lugar de aliviarlo, creando un desequilibrio a ambos lados de la frontera mexicana de magnitudes asombrosas que tarde o temprano cederá. Los elementos que contribuyen al gradiente socioeconómico norte-sur son:

1) Una barrera física, impuesta por la frontera México-Estados Unidos y el llamado “muro de la vergüenza”.

2)Permeabilidad selectiva de los Consulados, en los que se otorga visa a los ciudadanos latinoamericanos con mayores ingresos económicos.

3)Una bomba que actúa en contra del gradiente, representada por las deportaciones masivas de inmigrantes ilegales y la creación de leyes anti inmigrantes, como la del estado de Arizona. 

Las soluciones

Me voy a atrever a proponer dos posibles soluciones ante el problema de la inmigración ilegal en los Estados Unidos. Dichas soluciones deberán beneficiar a los habitantes de ambos lados de la frontera en un proceso de “inmigración sostenible” que disminuya los gradientes, y que se base en la cooperación en lugar de la confrontación.

1)Aumento del número de visas de trabajo. Un inmigrante legal es mucho más fácil de controlar por parte del gobierno que uno ilegal. Los consulados deberán refinar su proceso de selección para otorgar visas a todas aquellas personas que quieran laborar en los Estados Unidos, supliendo con la alta demanda interna de mano de obra no especializada. De esa forma, el número de inmigrantes que cruza la frontera ilegalmente disminuiría drásticamente.

2)Promover un proyecto de industrialización a todo lo largo de la frontera, en el lado mexicano. Este enorme artilugio de producción masiva absorbería una ingente cantidad de mano de obra a bajo costo procedente de los diferentes países de Latinoamérica, aliviando a la vez el gradiente de desarrollo en la frontera. La cooperación de Estados Unidos en dicho proyecto incluiría la disminución de los aranceles para los productos allí elaborados, y el otorgamiento de préstamos con bajos intereses para los inversionistas norteamericanos interesados. ¿Quién habría de querer cruzar la frontera cuando las buenas condiciones laborales se dan en el lado mexicano?

Sobre la ley anti inmigrante no habría nada que decir. Al disminuir el número de inmigrantes ilegales ese tipo de leyes se vuelve innecesario, y le permitiría a las autoridades norteamericanas enfocarse en el verdadero problema de la frontera, el que eleva la tasa de criminalidad tanto en el Norte como en el Sur: el narcotráfico. 

Solo he planteado un par de posibles soluciones, pero probablemente hay muchas. La condición para su efectividad es que disminuyan las diferencias en desarrollo entre el Norte y el Sur. De no implementarse las medidas necesarias, el gradiente de riqueza continuará en aumento, y con el tiempo producirá una configuración inestable que tarde o temprano estallará de una manera impredecible.


Saludos. 

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