martes, 19 de octubre de 2010

La guerra de los sexos: sus efectos en el lenguaje

Evolucion, lenguajes
Tronco proto indoeuropeo. De: http://walkinthewords.blogspot.com

Edwin Francisco Herrera Paz

Desde hace algún tiempo vengo pensando acerca de algunas características que me parecen interesantes de los idiomas inglés y español, pero especialmente de este último.
Todas las lenguas comparten el mismo origen. Según la Biblia ese protolenguage se dividió en Babel, sin embargo la evidencia científica demuestra que los lenguajes evolucionan de manera similar a los genomas, y es posible construir arboles de distancias a partir de datos lingüísticos. Estos nos determinan los tiempos de separación de dos lenguas a partir de una antecesora común, o sea, el tiempo de coalescencia.
El español, comparte el mismo origen con el francés, el portugués y el italiano a partir del latín, pero la separación entre el portugués y el español es muy reciente. Se hace obvio por lo tanto que el inglés y el español comparten un lenguaje ancestral común más reciente entre ellos, que entre cada uno de ellos y alguna lengua oriental como, digamos el japonés, a modo de ejemplo. Esto es así debido a que tanto el tronco germánico -del cual deriva el inglés- como el latino derivan del protoindoeuropeo, el cual se fragmentó hará unos 5000 años para formar todos los troncos europeos.
¿Por qué entonces tantas diferencias gramaticales y semánticas entre estos dos idiomas? Tal vez las diferencias no sean tan extremas. En general el inglés se habla exactamente como el español, pero al revés. Por ejemplo, “Reacción en Cadena de la Polimerasa (RCP)” en inglés se dice “Polimerase Chain Reaction (PCR)”; “Polimorfismos de Longitud de los Fragmentos de Restricción (PLFR) “se dice en Ingles “Restriction Fragment Length Polimorphism (RFLP)”; “Receptor de Células T (RCT)” se dice “T Cell Receptor (TCR)”. Algo que me es difícil comprender por más que lo analizo es en qué momento de la historia comenzaron los anglosajones a hablar al revés y que pretendieron con eso. ¿Alguien me lo puede explicar?
Estadista norteamericana, machorra, espada
¿Miss Condoleezza o Mis "condolencias"?
Pero definitivamente el inglés es un lenguaje pragmático como los pueblos que lo hablan, lo que lo hace ideal para transmitir conocimientos compactados y específicos como en el ámbito de la ciencia y del comercio. Se puede notar que la palabra promedio del español tiene dos sílabas, mientras que la del inglés tiene una sola. Eso sí, el español se lee como se escribe, mientras que el inglés tiene una buena dosis de arbitrariedad al aplicar los fonemas a los grafemas.
Bill Clinton, Hillary Clinton
¡¡¡¡¡Ay, que duro pegás Hilaria!!!!
Bueno, a estas alturas es justo que aterrice en la diferencia entre las dos lenguas que realmente me llama la atención. Un asunto que verdaderamente me intriga, y que creo que merece una investigación a profundidad. Verán, he estado evitando este tema porque recientemente algunas amigas me quieren linchar debido a mis artículos, pero es necesario analizarlo con mucho detenimiento.
Lo que me intriga es: ¿Por qué el español utiliza el género para referirse a absolutamente todos los sustantivos o sujetos, y el inglés no? EL sustantivo, LA oración, EL documento, LA secadora, El carro, LA cebolla, EL pepino, LA remolacha, etc. En cambio en inglés los nombres no tienen género. En lugar de esto, “LA” y “EL” se convierten en un vocablo sin género: “THE.”
Mano levantada, Margaret Thatcher
Preparándose para darle una cachetada. ¡Y el pobre riendo!
En español aplicamos el género a la mayoría de animales, lo cual es comprensible puesto que un animal determinado suele ser de un sexo o del otro (con la excepción de los hermafroditas): el pato y la pata, el mono y la mona, el piojo y la pioja… bueno, si no somos capaces de distinguir el sexo del animal, mencionamos un solo género. Así tenemos la araña pero no el araño, la rana pero no el rano, el sapo pero no la sapa. Sin embargo aun así les aplicamos el género. Pero, ¿y las cosas (o serán cosos)? ¿Por qué el español asume que las cosas tienen sexo?
Esta asignación de géneros complica tanto nuestro idioma que rara vez un anglosajón que aprende español en la edad adulta logra dominarlo por completo. Así, oímos que dicen: “tu sewr un muchacha muy boniro y yo querwer comprarte un casa y una carrow, pero tu prepararme unos rwicas balearas* toras los noches,” por ejemplo.
La explicación de esta diferencia es sencilla. Mientras los anglosajones se orientan a la solución de problemas, en los asuntos del corazón son más bien fríos, mientras que aquellos que tenemos herencia latina somos muy apasionados, orientados a los asuntos del amor. Al parecer, los parajes helados e inhóspitos del norte de Europa exigían mucha concentración, trabajo y cooperación, mientras los cálidos y relajados paisajes cercanos al Mediterráneo permitieron la evolución de complejos comportamientos amatorios. Una característica con componente genético la aplicamos a la lengua (o más bien digo lenguaje para evitar malos entendidos), y es así como le asignamos un sexo a todo lo que nos rodea aunque no lo tenga.
De esta tendencia incluso ha surgido un tipo de humor lingüístico, como algunos chistes que me contó un amigo y que le comparto: 1) ¿Qué dijo una foca al entrar a un cuarto oscuro? R. ¡Necesito desesperadamente un foco! 2) ¿Que hace en una habitación un pato con una pata? R. Obvio, cojear. 3) ¿Que hacen en la misma habitación un papo** con una papa? R. Lógico, como es papo no se la “come.”
Guerra de los sexos
Esta asignación de género entre los latinos debió haber sido inventada por los hombres. Llegué a esa conclusión a partir de la tradición de mencionar sólo el género masculino cuando nos referimos a la especie. Así, “el hombre” hace referencia a nuestra especie; “los gatos” a los felinos mininos aunque entre ellos también haya mininas; “los perros” a la especie de los canes aunque entre ellos también haya canas o perras. A decir verdad esta generalización ha simplificado enormemente el lenguaje.
Mistress, Zapatos de tacón
Precioso modelo Prèt à porté "cascanueces"
Sin embargo en nuestros tiempos de gobierno femenino esta simplificación ha resultado problemática, especialmente para los políticos (y las políticas). En cualquier discurso el político (y la política) deberá referirse explícitamente a ambos sexos. Por ejemplo, el discursante (y la discursanta) deberá decir: los estudiantes y las estudiantas, los maestros y las maestras, los músicos y las músicas, los bailarines y las bailarinas, los pajaritos y las pajaritas, los zopilotes y las zopilotas, etc. y de esa forma se prolonga vanamente el tedioso discurso de por sí ya repleto de mentiras. Y si han podido notar, los hombres no exigimos reciprocidad. Por ejemplo, se vería muy feo que un político dijera “las mariposas y los mariposos aquí presentes” en un discurso tratando de adular a su público.
Por otra parte el término “machista” fue inventado por las mujeres, de lo contrario sería “machisto.” Y es que estamos viviendo una era de feministas (aunque también hay algunos feministos), es decir, de gobierno femenino. Si esta tendencia se mantiene llegará el día en el que se aplicará el género femenino a virtualmente todo. Los carros o vehículos serán carras o vehiculas, los electrodomésticos serán electrodomésticas (excepto el hombre que seguirá siendo doméstico), el tiempo será la tiempa, el mango pasará a ser la manga, el ayote la ayota, el cabello será la cabella, el pelo pasará a ser la pela, el huracán será huracana, el universo será universa, el plebiscito  plebiscita, Los Estados Unidos serán Las Estadas Unidas (los norteamericanos ya dicen “Estaras Uniras”), y así. El género masculino continuará siendo aplicado a todo lo negativo. El crimen continuará siendo masculino, al igual que el robo, el incesto, el estupro, etc., y la lepra pasará a ser el lepro, la gripe o gripa será el gripo, la epidemia será el epidemio, etc.
Presidente de Honduras, Candidata demócrata
El político con la política
Bien, los tiempos cambian, las sociedades crecen y los lenguajes evolucionan. ¿Qué nos deparará a nosotros los sufridos hombres el futuro? Algunas mujeres piensan que el hombre sale sobrando y que son las mujeres las que tienen el aparataje necesario para llevar a feliz término la reproducción. Y más ahora con la clonación y la reprogramación de células somáticas a células madre pluripotenciales, pues con la ayuda de estas tecnologías ya será posible el proceso sin la más mínima intervención del obsoleto hombre. Esperemos que la “guerra de los sexos” no termine en el genocidio, o mejor dicho en el “sexocidio” masculino. Saludos.

mujer torturadora excitante, hombre sumiso*Baleada: comida típica hondureña que hace alusión a la alta tasa de criminalidad vivida en Honduras (y en ascenso). Se está considerando substituir el nombre por el de "baleado."
**Papo: vocabla utilizada en Honduras para designar a una persona (o más bien persono) falto de entendimienta.

1 comentario:

  1. La verdad es que el uso de los idiomas trasciende más allá del uso que se le de en cada país o región, un ejemplo claro es la medicina porque necesita conocer el origen de las palabras para saber su significado (biología: bios y logos del latín, y esto aplicado a cada una de las ciencias). Además que los avances científicos generalmente se publican en otros idiomas (usualmente del país en que se desarrollan y desgraciadamente nuestro país no puede siquiera pretender considerarse pionero pese a los esfuerzos de muchos) y eso nos obliga a conocer los idiomas para poder comprender. En este caso hablamos de utilidad, pero si hablamos de géneros, comparto con usted otras palabras "femeninas" la bondad, la belleza, la armonía, la paciencia, la inteligencia, la curiosidad... nos va bastante bien a las féminas no le parece? Saludos!!

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