martes, 1 de marzo de 2011

La Verdad


Por: José María Castillo Hidalgo. 
"Mi misión es decir la verdad, precisamente para eso he nacido y para eso he venido al mundo." El reo se dignaba a hablar. No había probado bocado ni bebido hacía muchas horas. Lo tenían atado de pies y manos y los vejámenes seguían con el dizque proceso en que se pedía para él, una muerte infame, cruel e injusta. Pero hablaba fuerte y claro, con una mirada limpia y sin luces de miedo.
  ¿Y qué es la verdad? Retostó con una pregunta de la que no esperaba respuesta el marido de Prócula, quien fungía como Procurador en aquel distante rincón del Imperio Romano durante la regencia de Tiberio, pues inmediatamente giró sobre sus sandalias para salir de nuevo del recinto mientras su rostro dibujaba una sonrisa angustiada, recordando a los Maestros sofistas del liceo de sus años mozos y pensando en la extraña conducta del santón pueblerino y lunático que no se dejaba ayudar, y en aquella turba sucia, revoltosa, fanática y supersticiosa que le esperaba afuera y que le estaba amargando la luz del día.
********
Bueno, de todas maneras, cabe pensar que él no tuvo oportunidad alguna de oír la verdad de quien la conocía mejor que nadie, pues era improbable que el Procesado se la enseñara a quien mantenía una actitud soberbia...
En términos puros y sencillos, la verdad es la adecuación de lo que se dice, con el pensamiento y con la realidad. Pero este tema de la teoría del conocimiento en particular se presta a matices y variantes y hasta perspectivas y es de discusión inacabable ya desde el tiempo de aquel Tales de Mileto...con todo, los sofistas y los escépticos se encargan de dejarla siempre tambaleante que sino por el suelo. Pero en lo atinente, me parece que La Verdad se divide en dos grandes ramas, que llamaré de manera un tanto arbitraria, pero suficientemente buena para los efectos de identificarlas una de otra, como La Verdad Verdadera y la Verdad Mística.- Quiero dejar asentado, no obstante, desde ahora, que esta separación es meramente intelectual ya que ciertamente conforman una sola en el tiempo y el espacio, y son una realidad indisoluble, así como la semilla es el árbol en potencia y contiene desde siempre la información necesaria para conformarlo, aunque es cierto, que es bajo ciertas condiciones.
Pero ¿Porqué alguien iba a saber y a querer decir la Verdad al mismo tiempo? La tendencia común es querer decir nuestra verdad o nuestro punto de vista conforme a nuestros intereses aunque esté alejado de la verdadera verdad o de lo que creemos es la verdad. También es natural que nos equivoquemos, nos confundamos, nos engañemos y por tanto, que dudemos y es usual que afirmemos lo que nos enseñaron como verdad en la infancia sin haberla investigado o discurrido en ella. La persona que se arroga la condición de conocedor de la Verdad tiene que ser demasiado grande o considerarnos demasiado pequeños. Alguien que es avispado pide pruebas, señales...donde está tu título o tu autorización para decir lo que dices y hacer lo que haces.
Los Evangelios sinópticos (se llaman así porque avanzan casi paralelamente informando sobre básicamente los mismos hechos con algunas diferencias que no llegan a ser contradicciones) contienen una cantidad regular de Verdad Mistica y mucho de la Verdad Verdadera, a como yo lo veo. Por otra parte, el evangelio de Juan es pletórico de Misticismo, es decir, de la verdad trascendente, la que no es obvia y que es necesario abrir no los ojos, sino el corazón para verla, de allí la gran cantidad de imágenes que se interpolan en el texto para permitirnos ver mas allá de lo evidente.
En la Verdad Verdadera, estamos ante un Maestro, un Rabí o Raboni, que de alguna manera se las ha ingeniado, entre elucubraciones, alucinaciones, estudio y aprendizaje, a como sanar el alma, esa suma de memoria, sentimiento y voluntad que se incorpora de manera mágica al intelecto. Pero como genuino especimen de su raza, le suma simbología y ceremonial a sus enseñanzas  para darle una mejor efectividad frente al individuo promedio, pero sin llegar a plagarla de formulismos y rituales pues su doctrina es siempre sencilla y con valores universales y eternos, a veces entreverados en alegorías y metáforas. Busca resolver las cargas espirituales mediante la aceptación de uno mismo y del prójimo, dibujando con toda claridad un principal punto de referencia en el horizonte, el Omnipotente que es un Padre afectuoso para todos. Asi nos invita al bautismo, que lava los pecados o afrentas y nos deja empezar como nuevos, para continuar la vida con una actitud benigna y una ética compasiva, de feliz comunión con los hermanos, en que entendemos que no somos dueños de nada, sino obreros en la milpa ajena. En primera instancia, sólo se requiere un poco de fe para aceptar su Palabra, aunque su palabra es tan eficaz, que NO requiere tanto de fe como de una poca atención, buena voluntad y entendimiento, que devienen en una celebración del espiritú. El resultado final, para mi, la mas bella y triunfante de las doctrinas, de la que nos servimos para tener conciencia de la condición humana en un sentido amplio, no egoísta.
En la Verdad Mística, estamos ante el Mesías, el Cristo, el Ungido, el Salvador, cuya misión es única y exponencial, quien es la culminación de la condición humana y en este sentido vemos se separa de las creencias religiosas judías, quienes consideran al Mesias como el Redentor o Restablecedor del Reino de Israel, por lo que un judío demasiado celoso de su pueblo, podría considerarlo no mas que un vil traidor. Pero aquí estamos ante la Divinidad que asume la condición de hombre, en quien de alguna manera se mira, con el reto de vencer al mundo y demostrarse a si mismo que el hombre merece ser salvado…es una instrospección cósmica, en que es excesiva la carga e infinitas las apuestas. Las cosas se dan como se dan, que aunque es en la forma mas bien prevista, no implican gratuidad o ausencia de una lucha de colmillos a todos los niveles y desembocan en la extirpación del juicio negativo sobre el genero humano, en que la operación tiene lugar, a la manera de las hecatombes y los holocaustos propiciatorios, pero esta vez, con un sacrificio de un humano justo. De allí para acá, nos restauramos en su cuerpo y nos saciamos en su sangre y la permeabilidad del mundo físico es como la del cuchillo caliente en la mantequilla, el orfelinato generalizado se ha extinguido para siempre y la muerte es un guiñapo retorcido flotando en el mar.

El que dijo la Verdad, se identificó como Aquel de quien hablaron los Profetas, nació de una Virgen, no por el mérito de ser Virgen sino como garantía de que NO fue engendrado por hombre, descendía de David de manera putativa como requisito formal, y para mayor abundancia mostró otras credenciales, curando a los enfermos, dando esperanza a los pobres, caminando sobre el mar tempestuoso, increpando al viento y resucitando a algunos muertos, incluyéndose a si mismo...y si lo pensamos bien, si NO hubiera hecho milagros, sería todavía mas milagroso lo que hizo...pero a los que vino no lo recibieron, abriéndose un abanico de posibilidades para el Mundo, y entrando al convite por la puerta principal quienes NO habían sido invitados, excediendo así las exigencias y desde entonces todas las paradojas sin excepción, están bajo una lluvia de fuegos artificiales, bailando y elevando cánticos de gloria.
********
¿Y tu eres Rey? Preguntó aquel que hacía de Juez, poniéndole fáciles las cosas al Procesado. ¿Esto lo dices por ti mismo o alguien te lo ha dicho? Respondió con una inquisición suave pero  firme el imputado, dándole vuelta al disco de maíz y otorgando una oportunidad al romano de ponerse en una posición de búsqueda de la Verdadera Verdad y no tan solo de seguir con aquel juicio inane, pero el Procurador réplicó "¿Soy yo acaso judío?" Que traducido quiere decir...¿que me importan vuestros líos?...sin embargo de manera sobradamente extraña aquel escéptico cumplió a la causa de La Verdad mejor que muchos fieles, pues quedó constancia para la posteridad, que al presentarlo en un estado lastimoso al populacho, flagelado, con una corona de espinas y una caña como cetro, exclamó: “¡ECCE HOMO!” que analíticamente traducido significa AQUI ESTA EL PROTOTIPO DEL HOMBRE descubriendo su condición sublime, pero también aquel día persistió en su orden de que en el madero en que se le sacrificara se pusiera en la cabecera, la leyenda además de en hebreo y griego: “IESUS NAZARENUS REX IUDAEORUM” que en latín significa JESUS DE NAZARETH REY DE LOS JUDIOS exponiendo así su identidad mesiánica...manera extraña ciertamente, en que La Verdad vencía a la ignorancia en su propio campo, sin mayor alharaca.
Jn 18: 33-38; 19: 5; 19:19.
Roatán  24-02-11.
JOSÉ MARÍA CASTILLO HIDALGO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor comente este entrada.